Cuando impartimos clase siempre se produce la siguiente secuencia. Proponemos recursos (textos, imágenes, audios, vídeos, etc) al alumnado y este interacciona con el mismo. Todos reconocemos esta secuencia, en su forma más simple,  cuando entregamos documentación en papel al alumnado. Este los fotocopia, subraya y anota estas copias. El problema es que este esquema se iba quedando obsoleto año tras año.  Utilizar recursos solo 'en modo texto' implica renunciar a la parte más expresiva de la didáctica que queremos emplear con nuestros estudiantes. Finalmente el confinamiento forzoso provocado por el Covid19 hizo evidente que no es sostenible organizar clases solo con material físico. Como leí una vez a una alumna en abril de 2020 "Al menos no tendría que estar tomando unos apuntes desorganizados que acabaría perdiendo...".

Pues bien, una vez convencidos por las buenas o por las malas de la necesidad de tener recurso digitales a disposición del alumnado. Veamos qué podemos hacer para que funcione todo de forma sostenible Cuando escribo sostenible me refiere a usar métodos y herramientas cuyo uso (incluyendo su curva de aprendizaje) no lleve un tiempo que no seamos capaces de 'sostener' más de una semana. Por ejemplo, una semana puedo trabajar más de 50 horas, pero no es esperable que ese ritmo lo mantengamos mucho tiempo. Por ello, voy a intentar siempre proponer herramientas que no requieran mucha experiencia técnica y que su curva de aprendizaje sea aceptable para la mayoría del profesorado independientemente de su experiencia previa. 

Todo comienza con un gran almacén. Voy a escoger Drive de Google por su rápida incorporación a los centros. Si bien serviría cualquier otra similar como Dropbox, Icloud, etc. He visto memorias USB perdidas en la cafetería, en el baño, en el aparcamiento. He visto pendrives rotos, robados, cientos de exámenes, memorias de programación, unidades didácticas de años de trabajo perdidas para siempre. Solo tengo un consejo, no uses ese tipo de dispositivos para tus recursos de aula. Vamos a subir todo a la nube. Allí lo tendremos siempre a salvo. Solo tenemos que organizarlo. Voy a proponer una estructura trivial pero imprescindible. Una carpeta con el curso 202_ . Dentro una carpeta para cada grupo de clase. Dentro de cada grupo de clase, una para que el alumnado solo pueda 'ver', y otra para que el alumnado pueda editar. Puede quedar más claro en la siguiente imagen.